sábado, 17 de julio de 2010

Hola, amiguitos. Habrá más relatos tras el verano. Hasta entonces, ¡a disfrutar de la playita! Saludos, l'auteur.


Pulsa en los dos botones de abajo si te gusta lo que lees (así el blog tendrá más lectores)Top BlogsLiteratureAdd to Technorati Favorites

viernes, 9 de julio de 2010

Edén recuperado

Un estanque sin murmullo. El verano colándose en la sustancia de cada ser vivo del jardín, como un panteísta cocinero que, dosificando justamente el calor, madura su material de trabajo: la vida. Ésta estalla en llamaradas de gases, en infinitas fiestas donde cada cosa arroja incisivos colores como espadas, en brasas que colonizan la piel e inflaman de ansias los espíritus. Un chico percibe desde el segundo piso de la casa el aroma de las flores. El viento, colándose por la ventana, entra por el cuello de su camisa y la infla, jugando en el corredor que separa el tejido y su piel. La chica mira al chico. La habitación está en silencio y el verano penetrándolos.

"Como puedes comprobar, el departamento es silencioso... casi como un ejercicio espiritual" susurra la chica, cuidando de no perturbar el sosiego. El chico se siente a gusto. Lleva más de una semana buscando alquiler. No esperaba encontrar por este precio un lugar tan amplio, casi en el campo, sí; lejos de la ciudad, por tanto. Pero piensa que esa tranquilidad quizá compense la inconveniencia de un trayecto más largo.

"Ay, chico, no sabes lo bien que se está aquí. Algunas tardes vuelvo del trabajo, miro el jardín, respiro, me paseo entre el silencio y subo a la habitación. Entonces pongo a Camilo Sesto y se me pasan las horas, como si no hubiera tiempo".

La chica enciende el cedé. La voz de Camilo vuela entre el silencio, acumulando en él un canturreo de sirtaki. Es agradable, piensa el chico, y se sorprende, no recordando lo bien que cantaba Camilo. Fluido, alegre... un complemento natural al silencio. Has vuelto, Melina, tus cantos reflejan el amor y se alzan a Dios, larara-lararai.
"Es de la época de mis padres" bromea el chico. La chica le sonríe, sus ojos chispeando. Se oyen pasos fuera de la habitación.
"Debe de ser Adam, el landlord. Es muy simpático, te lo voy a presentar".
Adam estrecha la mano del chico y con una amable verborrea le sugiere que no acepte el alquiler. Pero, ¿no era éste precisamente el casero?, se sorprende el chico. El hombre prosigue... "You don´t wanna live here. It´s too far away from the city, too large for just three people... even too expensive"
"Está de broma, no le hagas caso. Tiene una obsesión con que este jardín ya lo tuvo anteriormente, como en una vida pasada o algo así. Pero está deseando alquilártelo" interviene la chica.
A pesar de los ánimos de Eva, el chico, hasta entonces dubitativo como un cliente de auto usado que necesitara de un empujoncito, se deja convencer por ese hombre tan amable.
"Bueno, Eva. Ya nos veremos si apareces algun día con tu hermana. Saluda a Janet de mi parte". Eva lo despide con una decepcionada sonrisa.
El chico baja las escaleras, cruza el jardín y en la parada del autobús escucha la voz de Camilo emergiendo entre el silencio. Adam se siente aliviado por su acto de amor. Preservando a Eva en el pequeño edén sustituto, piensa que se ha redimido un tanto del día en que rompió con el Padre.




Pulsa en los dos botones de abajo si te gusta lo que lees (así el blog tendrá más lectores)Top BlogsLiteratureAdd to Technorati Favorites